martes, 29 de junio de 2010

Y sigue la mata dando...

Continuación del Sr. Alguachil, hasta ahora el colaborador más activo y misterioso de MS.

Días esperados, juegos no jugados, compostura desde ahora.

Días después, -Una voz aguda-, cuenta sobre lo que ha sucedido, hace mucho que Enthyya no dirige la palabra a los inquilinos, ellos por su parte han seguido con esa especie de reuniones que al parecer han hecho una amistad más solida. La voz continúa en un tono profundo y desmiente, que lo que paso, hace un tiempo tenga algún efecto de repercusión en el comportamiento de los que habitan la casa, parece que por el momento es muy cautelosa al hablar y su saludo es muy recatado sin tono de conversación. El tiempo transcurre y todos han descifrado mejor lo que cada uno quiere en su vida, mejor aún, ya algunos se tutean más, -Ese, esa, wey, compa, tío, coma, Lic, Arquí, Greñas y el pachon- las mini reuniones de cada ocho días han dejado muy buen sabor, ahí la mayoría se abre y cuenta al calor de las copas lo que le ha pasado y por lo que ha pasado en su vida.

Algunos inquilinos han notado el cambio de comportamiento en otros, el hermetismo que rondaba la casa se ha ido. Ya todos cuentan mejor con la imagen del otro, sin embargo, Enthyya no ha entonado en nada desde el desliz que tuvo en aquella ocasión. Yvertto no comenta absolutamente nada, Enthyya pasa frente a ellos cuando están en una presurosa charla y pasa sin decir absolutamente palabra alguna, dirige un tímido saludo a todos –Hola-, y se retira a su cuarto. Pepe, Enerdo y otros inquilinos han llegado a la conclusión de que Enthyya es linda, no obstante –se cree la muy buena- ante eso Yvertto se ha inmuta y no comenta absolutamente nada –en su pensamiento ronda es bonita pero mamona-.

El pensamiento de Enthyya. No, puede ser ya he visto mucho de todo esto –me purga que me malven-, me atreveré a hablar con ellos y me sentaré ahí donde están sin importar lo que pase, los inquilinos sostienen una de esas reuniones que se han hecho costumbre, es un día lluvioso y gélido, sólo hablan de quién va ir por las cheves y se ponen a jugar a carta mayor. Le toca el turno a Yvertto y el último en sacar la carta es Pepe, revisan quién tiene la carta menor, Enthyya observa todo sin decir nada, no se percatan de que está ahí. Y les dice en voz alta y con una seguridad que asusta a todos lo que están ahí, -Hola a todos, puedo sentarme- la ven de arriba abajo y dicen adelante estás en tu casa, bueno y que están haciendo no pues acá nada mas echando retitas.

Se ofrece Pepe e Yvertto a ir por las cheves –los dos dicen ahorita hay presionar a esa fresita para que beba unos sorbos-. Regresan Yvertto y Pepe los demás dicen vaya ya era hora, me estaba secando. Enthyya se queda con los otros, entre ellos se encuentra Rupert, siguen discutiendo sus conquistas ahí está Conchis y todo empieza por decir quién es quién en cuanto a los ligues. Conchis está totalmente segura de que las mujeres son quienes eligen y Rupert en su pose de galán de feria de pueblo comenta: No creo que la mujer sea la que elija, pues si te das cuenta el hombre siempre es el que se acerca, la mujer está en una idea un poco errada, estoy de acuerdo contigo en que a fin de cuentas la mujer es la que decide u opta por algún hombre. Enerdo dice; ciertamente lo que dice Rupert tiene gran parte de la verdad, pero estoy de acuerdo con lo que dice Conchis no en todo, pues el matiz que sé le da a las cosas es muy particular, cada quien habla de cómo le va en la feria. Habla Conchis comenta que Rupert no está equivocado, empero, todo tiene que ver con el contexto y como se desarrolle un ligue, Conchis le pregunta a Enthyya y tú qué opinas: Enthyya responde pues la verdad no sé qué decir –en su pensamiento ronda, pues ni novio he tenido- y no sé que sea eso de ligar, bueno pero yo opinó que la mujer es quien decide a quien si le da la oportunidad de expresar sus intenciones.

Regresan Pepe e Yvertto, riéndose que pendeja es la de la tienda, nos cobro de menos, Yvertto dice bueno mejor para nosotros podemos beber más, -Ja-jajajajajaja- la risa de ambos es contagiosa, llegan e instalan las cheves bien frías, comienzan destapando 4 caguamas, les sirven a todos lo que están ahí, la plática cesó y alguien da un brindis -ya saben no falta- no continúan abren un nuevo tema de conversación y empiezan diciendo a quién le ha pasado que se para ebrio y cree estar en sus cinco sentidos, y comienza buscando sus cosas para irse. Responde sí es del súper-nabo eso, pero yo creo que ha todos, si nos le ha pasado alguna vez, les tendrá que pasar. Continúan bebiendo y brindando le ofrecen un vaso a Enthyya y responde sí bueno uno espero que no me vaya a emborrachar, ya la cerveza dirá se terminan las cheves y Enthyya se ha tomado dos vasos siente que los ojos le pesan, el cansancio empieza a hacerse presente no sólo en ella si no en todos.

Algunos se retiran a sus cuartos sólo se quedan los que quieren seguir en la batalla. Enthyya se va a su cuarto, y ya en un estado de somnolencia se decide a redactar lo que hasta el momento le ha sucedido. Oh! Qué abandonada he tenido a mi fiel compañera la escritura, ja-ja-ja-ja-ja. Comienza una página diciendo: Qué razón tenía El Diamantón, no estaba de más hablar con los inquilinos de la casa y explorarlos para saber qué es lo que piensan o sienten bien me lo dijo. Diamantón me ha dicho que no debo ser tan hermética he de confesar que cuando estaban hablando del ligue, sentí una empatía muy especial por el Diamantón, sin embargo, Yverrto me sigue llamando la atención –se sigue viendo un poco triste y se desahoga en la bebida-. El Diamantón me confesó algunos de sus sentimientos no sé porque me cuenta todo eso, pero me da mucho gusto que tenga confianza en mí. Los meses corren muy deprisa, no quise continuar opinando acerca del ligue, porque pensé que mis palabras estaban demás, pero hoy antes de salir volví a charlar con el Diamantón y me dijo que le gustaba, lo mejor fue cuando de repente me dio un beso, la forma tan tierna de tomarme de la cara y de confesar que desde que me vio por primera vez, le parecí muy linda, no podía creer nada de lo que me estaba pasando –Nunca pensé que dar un beso, despertará tantas cosas dentro de mí-, aunque he de confesar que estaba muy frígida y no supe qué hacer. El Diamantón no es feo pero no seo que sea la fealdad o la belleza, por decirlo así, cierto es muy grande y un poquito pasado de tamalitos –cinturita-, pero sus ojos son pequeños y lindos -aparte son zarcos-, el tono de su piel no le favorece demasiado, tiene muchas ventajas sobre otros hombres es muy tierno, no es atascado como otros. Pero, eso del beso me dejo sin aliento fue una situación indescriptible que hasta el momento no tengo los adjetivos para calificar lo que sucedió.

Ya un poco pasados de copas los que siguen ahí, empiezan a confesar quién les gusta de la casa. Todos coinciden en que Conchis es la mejor, la que parece tener el mejor cuerpo –mamita-, pero algunos dicen que la cara no le favorece, ciertamente coinciden en que Rosa es la más linda en cuanto a cara y por supuesto, esos ojos enormes –azul turquesa-, el tono de piel trigueña los hace resaltar más, pero esa cabellera muy descuidada y su actitud –Hippie- no van con ella. Ahora, entran en la discusión de la nuevas inquilinas, la mejor en mi opinión es Enthyya, me parece que su actitud –toda pagada de sí- no es muy agradable pero bueno, sé le pasa. Yvertto con un tono de voz displicente, esa vieja es bien –mamila- si está bien, pero no creo que se lleve con la prole, Ja-Ja-Ja, en su rostro se dibuja una cara de desencanto cuando comenta eso, los recuerdos le vienen a la mente y se azota, ya con unos tragos de más, algunas lagrimas se dejan ver en su rostro el recuerdo de su ex está más presente ahora.

Todos se retiran a sus cuartos –chale este wey se corta las venas por su ex, ni pedo cada quién- Yvertto se quedá ahí sólo cavilando lo de su ex, Enthyya sale de su cuarto para ir al baño, lo ve sentado moviendo la cabeza y tiene una libreta en sus manos. Entra al baño, sé lava los dientes, va de regreso a su cuarto y sigue ahí Yvertto, le pregunta ¿Qué haces? El responde con una voz entre-cortada, ¡Nada más aquí! Se acerca hasta donde está él lo ve con lagrimas en las mejillas y le pregunta ¿Por qué lloras?, no por nada, Enthyya dice no se puede llorara por nada y se pone frente a él, se enternece al verle su carita toda llena de lagrimas…

Continuará….. Sr. Alguachil

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