jueves, 10 de junio de 2010

Recuerdo, la excusa...

Hasta las oficinas de redacción (que es la mesa sobre la que descansa mi pc) llegó esta colaboración anónima de un tal Sr. Alguachil B. el cual presenta una especie de mini-historieta que amenaza con continuar...lo dicho, Meditaciones Silenaicas da voz y voto a aquellos inspirados por los dioses menores y paganos.

ESCENA PRIMERA

Una ciudad Neo-Barroca.

[Algo abierto (relación sin relación), bien se pierda o se gane, ambos describen su lugar]

Enthya: He llegado a un nuevo mundo, me siento alejada de mis padres. Pero, espero encontrar a gente que sea buena, no sé si encaje en sus expectativas. Nunca he tenido novio, no sé que se sienta que alguien te diga –te quiero-, se que no soy tan bonita, pero veremos.

Yverto: Ya me siento un poco mejor, después de todo lo que me ha pasado, nunca pensé que fuera para tanto mi novia se molesta de todo y cortamos. Me siento un poco bajo de ánimo pero sé que estos son aires nuevos, venga voy a concentrarme en estudiar. Este parece un mundo diferente a lo que acostumbro.

Enthya: Que bonita esta la ciudad, me ha impresionado y tomado por sorpresa. La casa en donde voy a vivir es vieja y fea, pero la señora parece buena gente. Aunque, es muy enojona, parece que es como mi mamá. Hay mucha gente que vive aquí y viene de fuera también, ahora veo que nunca me detuve a observar el pasar de los años y muchos menos a los hombres, aquí los hay de todas edades, -Ujule, parece que va ser divertido vivir aquí-, en tanto me instaló en mi cuerpo está la sensación de aventurarse a todo lo novedoso.

Yverto: Chin! No me traje mis pastillas que tomo para no sentirme tan bajo de ánimo, -mi papas, ya se fueron-, ya compraré otras. Bueno, todo sea porque vengan cosas buenas, está casa no me gusta y el cuartucho, que va a ser mi recamara, ni puerta tiene, ¡Ja-ja-ja-ja! No conozco a nadie pero hay mucha gente aquí y se ven buenas personas, y yo con mi ánimo, ni me aguanto a mí mismo, me siento muy sólo. Ya mañana será otro día y tendré tiempo para quitarme este azoté, bueno si me lo permite este maldito complejo que tengo.

Enthya: Qué bonita está la noche pero no puedo dormir. Necesito un vaso de leche para ver si así me duermo, pero me da pena pedirle a la señora y, sí se enoja. Saldré y si no está despierta lo tomo del –Refri- y me regreso a ver si así ya me duermo, escuché un susurro, será la Señora. Entro a la cocina. Y no hay nadie, se cae un traste, ¡Perdón, perdón, Señora no puedo dormir y vine por un vaso de leche!, contestan a la exclamación. Bueno si señora no es despectivo, lo acepto. Pero, no soy la señora, me llamo Yverto, Hola mucho gusto, ¿Y tú cómo te llamas? Aahhh! Me asustaste, Soy Enthya, bueno hola y adiós, me voy a dormir.

Yverto: Chin! Fui muy brusco al presentarme, -eso creo-, sin embargo, creo que esa niña es rara, no la vi del todo bien, pero no se ve mal, salvo por su cara que la obscuridad no me mostró, pero de lo demás está muy bien, su nombre es muy raro, no creo aprendérmelo pronto. ¿Y sí la espante por mi cicatriz y por eso se fue?, no creo pues no grito, me sentí bien al verla, y además no se agitó al contestarme, entonces no fui yo el que la espante, mejor me voy a mi habitación.

Enthya: Uuuuuyyy! Ese chico parece lindo, pero como es posible que yo diga eso, bueno salvo esa cicatriz enorme que tiene ahí, no sé si sea feo o este raro y esa coleta de caballo ridícula, -jajajajajaja- me burlo de él, no lo conozco y lo juzgo. Pero me sentó bien hablar con él, no sé por qué digo eso, nunca me había escuchado hablar así, bueno mejor me duermo.

Yverto: Ya es de mañana y toda la noche me pareció muy corta, sentí que no dormí absolutamente nada. Me voy apurar para irme a la escuela, Chin! No tengo nada planchado, la señora dijo que nos iba a dar desayuno, comida y cena, aún no llama, esperare un poco y si no me largo -Sale de la habitación y se encuentra de frente a Enthya, se saludan

- Hola!, -pregunta para romper el hielo- ¿Qué tal la noche?

- Mmmmm! Rara, no dormí bien ¿y tú?

- Pues, más o menos, y que te paso anoche. Responde Enthya.

Enthya: Nada, todo bien pero es extraño, bueno me voy adiós.

- Ese chico no está tan mal. Pero, creo que padece algo, se ve triste y deprimido, o tal vez soy yo la que lo veo así, bueno dejaré de lado esas ideas. Me apurare para ir a la escuela, sino, no llego. La señora llama a desayunar: Llegan todos los que viven al comedor y no conozco a nadie, salvo por casualidad a Yverto

- Los nuevos se presentan y dicen sus nombres: Fito, Pepé, Sebas, Conchis, Luchis, Rafa, Enerdo, Enthya, Yverto, Anita, Rosita, Florecita…

- Me llamo Rupert, y estoy en el último año de Abogacía.

- Bien ya todos se han presentando, yo soy Doña: Angustía Mendil, y les quiero dar la bienvenida a algunos y los que me conocen pues ya saben que voy a decir: que me da mucho gusto tenerlos como inquilinos, solo quiero subrayar una cosa, esta casa, es una casa decente y no se permiten ningún acto inmoral, ni llegar a escandalizar, somos gentes civilizadas, no bestias, algunos son nuevos y otros no tanto, pero ya tendrán tiempo de conocerse mejor. Bueno espero que les guste el desayuno y buen provecho.

Termina de comer Enthya muy rápido y sale vertiginosa a la escuela. Todos se retiran del comedor.

Yverto: Que mamon, ese Rupert, para mí que se llama Ruperto y se hace el pinche fresa, -pendejo- que vaya con sus patrañas a otro lado. Bueno, leo algo de este libro y me voy a la escuela. A ver qué rollo con la escuela, espero no toparme con otro mono como ese Rupertito, mamosin de primera. Transcurre mí día sin ninguna novedad, y conozco a mis compañeros de clase, no hable mucho con ellos, pero ya habrá tiempo.

Enthya: Esto de estudiar se ve que va a ser muy cansado, se han presentado todos mis compañeros, algunos son muy humildes y otros bien fresas, como ese que se llama: Frank y que presumió su apodo: “El Diamantón”, que por cierto está chévere su pseudónimo, se parece un poquito a Yverto, pero que digo, creo que se me metió en la cabezota, mi día esta sin novedad, bueno pero eso de Yverto no me preocupa tanto, el porqué lo nombro, pues cruzamos unas palabras, espero que esto sólo sea pasajero. No sé porque me llama tanto la atención ese Yverto, sino es muy guapo que digamos, ojalá y ya deje de pensar estas tonteras.

Continuará… Sr. Alguachil B

No hay comentarios: