LOL

La primera vez que leí la palabra ‘LOL’ no entendía la relación de ésta con el estruendoso ‘jajajajaja’ que solemos escribir nosotros para plasmar una risa de forma escrita, y como no entendía, pregunté a mi interlocutor sobre el por qué abreviar una respetable carcajada de mínimo seis sílabas por un parco y lacónico ‘LOL’, su respuesta fue simple: practicity…
Actualmente se agradece que muchas cosas respondan a esta lógica, es decir, que la practicidad haga menos enredada la vida: es bastante cómodo que con un solo dedo se pueda iluminar una casa entera en lugar de encender una fogata, que para darse una ducha baste con girar una perilla en vez de acarrear agua desde algún depósito acuático, que se puedan recorrer distancias enormes en un par de minutos, y estos son sólo un par de ejemplos. Adorno dijo (Minima Moralia) que las pantuflas se habían inventado para evitar agacharse ¿por qué? porque odiamos agacharnos y en verdad así es. La lógica del pragmatismo esconde un odio que en la práctica es difícil advertir, y una lógica de éste tipo llevada al extremo muchas veces puede resultar contraproducente porque tarde o temprano el odio deviene en intolerancia, exterminio, represión, etc. Pero por otro lado está el olvido de aquello que la practicidad no puede reducir; la consecuencia de volver todo práctico equivaldría al asesinato del virtuosismo, y entonces tendríamos que cambiarle la guitarra al músico por un controlador de guitar hero, en lugar de tomarse un café con los amigos habría que mandarles una botella de vino por facebook, solamente faltaría que las parejas se regalaran sustitutos sexuales de plástico para ‘evitar la fatiga’, lo cual también es un objetivo de la practicidad. Mientras estas cuestiones se resuelven yo sinceramente sigo prefiriendo la amplia y alegre sonoridad de un jajajajaja que la brevedad de un ‘LOL’ (con todo y su practicity) amén de las cosas que aún con todo y la tardanza que conllevan vale la pena hacer.